Del Río Tinto al Nuevo Mundo

Exploración de Marte

Por Michelle Mock y Luís Felipe Díaz Galeano

Son incontables las veces que buscamos fuera de nosotros sin pararnos a pensar en lo que tenemos. Ya en la antigüedad, el Kybalión, un libro que nos habla de la filosofía de Hermes Trismegistu, un maestro en tiempos de los faraones, nos dice: "Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba". ¡Impresionante! ¿Y por qué digo esto? Os lo voy a contar:

Todos sabemos que en 1492, Cristóbal Colón partió, en tres carabelas, hacia el Nuevo Mundo del puerto de Palos de la Frontera situado en la desembocadura del río Tinto. También sabemos que las carabelas se llamaban La Niña, la Pinta y la Santa María. Asimismo sabemos, que Colón tuvo grandes dificultades para conseguir el respaldo económico para su expedición ya que nadie podía imaginarse el éxito que aquella loca aventura pudiera conseguir. Sin embargo, Colón se empeñó en demostrarle al mundo que su aventura era tan cierta como lo eran la redondez de la Tierra y que existía la vida en esas lejanas latitudes.

Todo lo que os acabo de contar lo podéis estudiar hoy en los libros y nadie tendría el atrevimiento de negarlo. ¿No es cierto? Pues bien, permitidme que os cuente otra historia. Una historia actual para vuestra consideración:

Existen una serie de científicos que se están preguntando qué podrán encontrar en la expedición al planeta Marte. ¿Existirá vida en ese entorno? ¿Qué tipo de vida? ¿Se encontrarán recursos naturales? ¿Podrán aportar beneficios para el Hombre? ¿Nuevos materiales más ligeros y eficientes? ¿Nuevos medicamentos para aliviar el sufrimiento?

En los albores de la exploración espacial, gracias a las sondas enviadas a Marte, (Odyssey, Spirit y Opportunity) hemos podido saber que, al igual que el criticado Colón, la vida existe y se desarrolla en el llamado Planeta Rojo. No es exactamente vida como la conocemos en la Tierra, pero existe.

¿Cómo pudieron los científicos, proponer semejante afirmación? Muy sencillo. Entre los múltiples experimentos y estudio de la información recibida de las sondas espaciales, estos investigadores se fueron a analizar el cauce del río Tinto. El río Tinto no es un sitio idílico al que uno se iría de vacaciones, pero, gracias al estudio de toda la información recibida, resulta ser lo que los científicos denominan un "análogo" de Marte. Dicho río es de un color rojo vino a causa de los minerales disueltos que hay en su agua. Mirándolo uno podría pensar que la vida no podría florecer y, sin embargo, ellos han descubierto que sí hay vida.

¿Os habéis dado cuenta de todas las similitudes de esta pequeña historia? Al igual que Colón, los científicos hoy en día tienen grandes dificultades para conseguir los recursos económicos que les permita continuar su investigación. Nadie cree que la exploración del planeta Marte aporte ningún beneficio; lo mismo pensaron hace más de quinientos años nuestros antepasados. Sin embargo, gracias a las tres sondas espaciales, las nuevas carabelas, encontramos cada vez más evidencias de que la exploración espacial nos reportará grandes beneficios. ¿Por qué? Porque "como es la Tierra, es Marte; como es Marte, es la Tierra".

Si sientes curiosidad sobre el río Tinto y por las investigaciones que se están llevando a cabo con tanto entusiasmo, puedes hacerlo en: http://robotics.nasa.gov/courses/fall2003/sp/webcast_info_sp.php

Corresponde a una webcast realizada por la NASA Robotics Education Project que comenzó a emitir el día 29 de septiembre y continuará hasta el día 9 de octubre. Estas webcasts junto con sus transcripciones en inglés y en español serán archivadas a diario.

También puedes enterarte de las nuevas versiones de La Niña, la Pinta y la Santa María -- la Odisea, el Espíritu y la Oportunidad -- en la dirección: http://mars.jpl.nasa.gov/marte/

Puedes enviar tus preguntas sobre el río Tinto, la exploración de Marte y sobre Cristóbal Colón a: Imagiverse - Ask The Expert

- 30 de septiembre de 2003

Última
actualización:
1 octubre 2003